Un cántico para visionar en el fuego

Visionar es la antigua técnica de contemplar objetos reflectantes (la omnipresente bola de cristal, estanques y otros medios) para despertar la percepción psíquica. Quizás el medio más antiguo utilizado para este propósito es el luego.

Aprendí a visionar en el fuego cuando tenía quince años. Por aquellos tiempos, mi familia tenía una cabaña en las montañas, donde pasábamos los fines de semana y tos veranos. Por las noches, nuestro entretenimiento consistía en juegos de naipes, una vieja radio de onda corta y la chimenea circular. La encendíamos para calentarnos y para asar malvaviscos, pero recuerdo haber estado sentado delante de la llameante boca de la chimenea durante largos lapsos, con la mirada fija en las llamas danzantes, viendo cómo la madera cambiaba del marrón al negro.

Muchas noches, me cerraba a los sonidos de la vida de la cabaña y me sintonizaba con el fuego. Los chisporroteantes, flamígeros velos promueven realmente la percepción psíquica. Cuando desee entrar en contacto con su mente psíquica: siéntele delante de un fuego, lejos del alcance de las chispas. Cierre los ojos por unos instantes. Relájese. Estabilice su consciencia. Después, abra los ojos.

Mire directamente a las llamas. No tense los ojos; parpadee normalmente. Respire en profundidad.

Cuando se sienta en paz, diga estas o similares palabras en un tono susurrante:

Ardiente fuego mientras bailas Dame ahora la mirada secreta

Llama a mi clarividencia;

Dame el don con tu luz

Ardiente fuego brillando inmensamente,  Dame ahora la clarividencia.

Repítalo hasta que sienta pesados los ojos. Adivine el futuro en las llamas incansables.